22 forenses han presentado un
informe médico en el que se informa del peligro y se niegan a ocupar sus
puestos de trabajo si éstos son ubicados sobre esa instalación tras la reforma
integral del edificio.
Un total de 22 forenses han
suscrito un informe médico en el que se alerta de los riesgos para la salud
derivados de un transformador eléctrico existente en el Palacio de Justicia de
Alicante y han expresado a Generalitat su negativa a ocupar sus puestos de trabajo
si éstos son ubicados sobre esa instalación tras la reforma integral del
edificio.
Estas obras serán adjudicadas el
próximo mes de febrero y comenzarán en marzo, según ha anunciado esta mañana el
presidente del Consell, Alberto Fabra, durante la inauguración de la
remodelación de otro edificio judicial de la ciudad, el de la Audiencia
Provincial.
El sindicato Intersindical
Justicia, al que están afiliados muchos de los forenses alicantinos,
asegura que el anteproyecto de reforma de estas instalaciones sitúa las
oficinas del Instituto de Medicina Legal de Alicante (IMLA), sobre el centro
transformador, en las antiguas dependencias del Juzgado de Primera Instancia 9.
Ese órgano judicial ya fue
trasladado a unos locales de alquiler externos tras las reiteradas protestas de
los trabajadores, después de que entre el personal se registraran
"problemas cancerígenos, tumores benignos, dolores de cabeza y musculares,
etc.", según ha reiterado Intersindical Justicia en diversos escritos
remitidos a lo largo de este año a la Administración.
En octubre, la delegada de este
sindicato en la provincia de Alicante, Mari Carmen Cuenca, se dirigió de nuevo
a la Conselleria para reiterar su oposición a la futura ubicación del IMLA y adjuntó
un informe suscrito por casi todos los forenses que del partido judicial en el
que se recoge que la exposición a largo plazo a radiaciones electromagnéticas
puede provocar patologías como "cáncer de mama, tumores cerebrales,
leucemia infantil.
El documento, que cita una
"amplia bibliografía científica" y al que ha tenido acceso Europa
Press, destaca asimismo riesgos potenciales de alteraciones neurológicas y del
comportamiento como "depresión, alzheimer, parkinson y ELA", trastornos
cardiovasculares y alteraciones inmunológicas y reproductivas.
Medición exacta
Los forenses admiten que no
existe un "mecanismo biofísico" que pueda permitir una medición
exacta de los efectos a largo plazo de las radiaciones y su asociación a las
enfermedades, cosa que sí ocurre con la exposición a corto plazo, pero explican
que la única protección posible frente a esos campos magnéticos, cuando éstos
son intensos, consiste en "limitar la presencia del personal" junto a
ellos.
"Consideramos inadmisible
que las dependencias del IMLA se encuentren ubicadas junto a un
transformador", concluyen en su escrito, que Intersindical Justicia ha
remitido a la Conselleria, sus Dirección General y Dirección Territorial, el
fiscal jefe de Alicante, el presidente de la Audiencia Provincial y los
organismos responsables de la prevención de riesgos laborales.
Una de estos organismos, el
Institut Valencià de Seguretat y Salut en el Treball (Invassat), respondió a
finales del pasado noviembre que, una vez consultada, la Conselleria le había comunicado
que la reforma está en "fase de anteproyecto y pendiente de licitación y
se desconoce la ubicación definitiva del IMLA", si bien iba evaluar la
futura distribución de dependencias para "asegurar el cumplimiento"
de las legislación sobre seguridad y salud en los lugares de trabajo.
Sin embargo, Intersindical
Justicia sostiene que en junio de este año, en una reunión que mantuvo con
el director del IMLA y los jefes de Servicio de Clínica y de Patología, el
arquitecto responsable de las obras les comunicó que la ubicación de las
oficinas forenses "era inamovible".
Fuente: www.laverdad.es
Fuente: www.laverdad.es
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