Una inundación en el juzgado de Villena daña decenas de archivos

La fuga de agua que ha anegado el sótano donde se almacenaban expedientes procede de las obras de la piscina cubierta que se construye justo al lado


Papel mojado. Así han quedado decenas de expedientes tramitados en las últimas décadas en los Juzgados de Villena. Durante la mañana de ayer, los funcionarios del Palacio de Justicia de la cabecera del Alto Vinalopó se percataron de que algo olía mal en el edificio. Una vez revisadas todas y cada una de las dependencias sin conseguir hallar el origen del problema, a un ujier se le ocurrió bajar a los pisos subterráneos del edificio judicial y allí descubrió la causa del fuerte hedor. Una gran cantidad de agua había inundado los sótanos donde se guardaban cientos de documentos oficiales sobre casos de diversa índole que han sido procesados en los juzgados de instrucción de Villena a lo largo de las últimas décadas del pasado siglo XX.
Según aseguran fuentes del juzgado, muchos de estos legajos podrían perderse para siempre, ya que el agua llegó a alcanzar una altura considerable. Dichos expedientes, todos de casos que ya habían prescrito, habían sido depositados provisionalmente en los bajos del edificio mientras se procedía a su traslado definitivo a Alicante, donde iban a pasar a engrosar los archivos de la historia reciente de la jurisprudencia provincial.
Los funcionarios del juzgado de Villena se preguntaban en la mañana de ayer cuál podía ser la causa de la inundación, ya que en las últimas horas no había llovido sobre la capital del Alto Vinalopó. Enseguida descubrieron que el origen procedía de unas obras contiguas, donde se está construyendo la piscina cubierta.
Al parecer, el desaguisado fue provocado por la obstrucción del desagüe de las vasos que contendrán el agua de dicho complejo deportivo, que la empresa constructora ha estado llenando para comprobar que no existe ninguna filtración. La mala suerte ha querido que el líquido elemento haya acabado desembocando, de forma involuntaria, en los sótanos del Palacio de Justicia, convirtiendo en papel mojado decenas de expedientes. No obstante, los responsables de la constructora se han comprometido ante los magistrados a reparar, dentro de lo que esté en sus manos, los daños ocasionados.
Esta contingencia viene a sumarse a las numerosas deficiencias de infraestructura que arrastra el edificio judicial porque hace años que se quedó obsoleto. Los funcionarios demandan desde hace tiempo a la Administración autonómica mayor inversión para mejorar las dependencias. De hecho, la Conselleria de Justicia presupuestó hace años la construcción de un nuevo edificio para acabar de una vez por todas con las carencias de los viejos juzgados en la cabecera del Alto Vinalopó. Pero por ahora, todo sigue igual.
Fuente: www.lasprovincias.es