Los procesos judiciales por impagos de hipotecas aumentan casi un 500% desde el año 2006
Los jueces no están contentos. Las reformas no llegan al sistema. «No nos hacen caso». Y el número de asuntos que entra en los juzgados no deja de crecer. «El panorama es desalentador».
El juez decano de Valencia, Pedro Viguer, presentó ayer el balance de los juzgados de la ciudad. Una radiografía que depara demasiadas sombras. La más destacada, la saturación de los órganos judiciales. Existen varios ejemplos. Los juzgados de lo Social asumen el doble de casos (1.795) que los que recomienda el Consejo General del Poder Judicial (850). En estos órganos, los asuntos relacionados con despidos se han disparado.
Situación similar se repite en los de Primera Instancia (2.400 frente al millar aconsejado) y en los Contencioso Administrativo (1.142 por los 600 recomendados). En los mercantiles, la proporción se eleva al triple. El decano asegura que la resolución de los asuntos se ha incrementado un 10%. Y por eso se mantiene el sistema.
La crisis también se encuentra tras el espectacular incremento de los impagos por hipotecas. Los juzgados registraron un 482,4% más en cuatro años. La evolución de esta estadística es de vértigo: de 301 en el año 2006 a los 1.753 en 2009.
En el lado positivo de la balanza aparece la violencia de género. Los órganos judiciales redujeron un 4% el volumen de trabajo. «Parece que la labor está siendo efectiva contra esta lacra», dijo Viguer. También los de Penal han experimentado un ligero descenso. El decano incidió en la alta litigiosidad en España. No puede acabar cualquier problema en los tribunales. Esto tiene un coste económico altísimo.
Mientras, las reformas se mantienen como promesas que no llegan. «La oficina judicial, aprobada en 2003, todavía no está implantada». La conexión informática de los juzgados es una «entelequia». El 20% de la plantilla de magistrados son sustitutos, y los funcionarios rara vez reciben formación previa. A todo esto se suma que faltan juzgados.
¿Otra huelga de jueces en un horizonte no muy lejano? «Me gustaría que no hubiera movilizaciones. Pero estamos muy preocupados. No se nos escucha».
Fuente: www.lasprovincias.es
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