El colapso de los juzgados de Familia de Alicante congela los juicios para conceder incapacidades
Cerca de 140 familias esperan que se celebre la vista
En la Administración de Justicia, las cosas van a otro ritmo. Los problemas se cronifican. Rara vez se solucionan, como mucho se parchean. Es algo que los jueces y fiscales integran en su esquema de trabajo desde el principio.Han hecho callo y trabajan a diario con una falta de medios sonrojante que asumen y que aplacan a costa de su vida personal. Todo por salvar los muebles.
Sin embargo, algunas veces la cuerda no da para más y termina rompiéndose. Está sucediendo en los Juzgados de Familia de Alicante. La situación de asfixia se ha incrementado más si cabe y la situación está llegando al límite. No se puede dar salida a asuntos que la propia ley califica como preferentes por tratarse de colectivos especialmente vulnerables: niños y discapaces.
Tras la marcha de la juez de apoyo, las dos magistradas titulares no dan a basto en una jurisdicción que trata dos materias muy sensibles: los menores (cuando sus padres están inmersos en un proceso de divorcio) y los incapaces (las personas que tienen riesgo de que su patrimonio se les expolie o que precisan una actuación urgente). Precisamente por esto, se requiere inmediatez y en este momento eso es imposible. Muy a pesar de las juezas.
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