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viernes, 24 de septiembre de 2010

Juzgado de guerra en Xirivella

El alcalde y el juez de paz piden el traslado del secretario por los problemas que causa a los empleados

Las barricadas han vuelto de nuevo al Juzgado de Paz de Xirivella, una institución que se ha caracterizado por numerosos conflictos en la última década. En esta ocasión, el alcalde socialista Josep Soriano, y el juez de paz, Jaime Soler, han firmado un documento conjunto en el que imploran tanto a la Conselleria de Justicia como al ministerio de esta área que traslade "de forma inmediata" al secretario judicial, al que acusan de ser causante de conflictos tanto en el ámbito laboral como con los usuarios. "Que se vaya del juzgado de Xirivella de forma inmediata", ha sido la cotundente expresión que ha utilizado el alcalde. Según ambos cargos, los "problemas" con el secretario judicial se remontan a hace años aunque "se han intensificado mucho" desde el traslado de las dependencias al centro social de Zamarra, de nueva construcción. Tanto en el consistorio como en el juzgado aseguran que en el último año son constantes las denuncias ante la dirección general de Justicia de la conselleria y ante el ministerio. "Nos dicen que están trabajando en la solución pero nunca llega y corremos el peligro de que un día ocurra algo grave que luego lamentaremos", dice el alcalde, al tiempo que añade que "Xirivella no merece esto".
En concreto, Soriano y Soler acusan al secretario judicial de "trato incorrecto a los funcionarios y a los vecinos, cambio de fechas de juicios sin consultar con el juez de paz y negativa a entregar notificaciones a los interesados", entre otros. Además, afirman que su actidud "está generando innumerables problemas y quejas de los usuarios, que se sienten maltratados y menospreciados". Asimismo, alertan que la situación "se ha agravado en las últimas semanas" ya que ha habido días en que "todos los funcionarios del juzgado estaban de baja laboral a causa del clima insostenible provocado por la actitud del secretario" y fue el juez de paz el que se vio obligado a abrir y cerrar las instalaciones a diario", opina el juez.
Como ejemplo de uno de los episodios que se viven en las instalaciones judiciales de Xirivella, el alcalde y el juez señalan que hace dos meses una de las trabajadoras sufrió "un ataque de nervios" y hubo que trasladarla a los servicios de Urgencias del hospital con la ayuda de la Policía Local. Y la gota que ha colmado el vaso fue un incidente de ayer, cuando "el secretario se negó a entregar una notificación a un vecino que había sido citado porque no estaba el funcionario responsable". El juez llamó al director general de Justicia, Antonio Gastaldi, quien "ordenó que el secretario entregara esa documentación pero él volvió a negarse si no recibía la orden por escrito".

"Me ciño a la ley en mis competencias"

El secretario se ha mostrado sorprendido por las denuncias a diversas instancias judiciales y asegura que el problema de fondo es el cambio en las normas procesales que se aplica desde mayo y que ha limitado las funciones de los secretarios. "Yo me ciño estrictamente a la ley en mis competencias y soy muy severo al aplicarla para evitar problemas", dice. También alega una situación bajas laborales encadenadas en el juzgado "que no ha cubierto la conselleria" por lo que "no se puede hacer el trabajo como se debería". Además, el secretario incide en que la plantilla es la misma desde hace 20 años -cuatro funcionarios más el juez-, aunque la población y los asuntos se han multiplicado.
Fuente: www.levante-emv.com

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