¿Nos cortaran la luz?:"Iberdrola pide a Valencia que le pague las deudas"

El grupo no quiere firmar otro contrato de suministro hasta que la Generalitat Valenciana no abone los 5,26 millones de euros de deudas generadas desde 2001.
Las Administraciones Públicas han extendido cada vez más el tradicional “vuelva usted mañana” al pago de sus proveedores, aunque no todas las empresas tienen el mismo poder negociador para hacerle frente.
Iberdrola ha decidido aplicar la misma política que mantiene con sus clientes comerciales a uno de sus grandes consumidores de electricidad, la Generalitat Valenciana que preside Francisco Camps. El grupo energético, que actualmente abastece a la Administración valenciana -desde colegios, hospitales y teatros públicos a los edificios administrativos y varias entidades autónomas-, exige que para firmar un nuevo contrato anual antes se resuelvan “los importes adeudados anteriores”.
Según ha puesto de manifiesto la eléctrica en su nueva oferta, esta deuda asciende a 5,26 millones de euros. De esta cifra, “3,18 millones de euros corresponden al principal”, que procede de facturas pendientes de entre 2001 y 2006, mientras que el resto son intereses y devengos generados en este plazo.
Más avalesEsta no es la única condición que el grupo estipula en su propuesta, que fue hecha pública ayer durante la apertura de plicas del concurso para renovar el contrato de abastecimiento de luz. También exige que cada departamento de la Generalitat que se abastezca presente “garantías de pago y avales” proporcionales al importe anual fijado para evitar volverse a ver en la misma situación.
Iberdrola y Fenosa han sido los dos únicos operadores que se han presentado al concurso para este contrato, con un presupuesto anual de 49,58 millones (sin IVA). Sin embargo, Iberdrola, que es el operador histórico y dominante en la Comunidad Valenciana, es el único que se ha presentado a todos los lotes, ya que Fenosa ha desestimado 9 de los 39 en que se divide el suministro.
Además, la forma de adjudicación es directamente al “precio más bajo” y el grupo que preside Ignacio Sánchez Galán se impone en la mayoría de los casos. En conjunto, su oferta para toda la electricidad de la Administración valenciana alcanza los 27,83 millones, lo que supone una rebaja del 43%.
Por ejemplo, en la Consejería de Sanidad, el departamento de mayor consumo al incluir todos los centros autonómicos, Iberdrola ofrece un importe de 17,62 millones frente a cerca de 19 millones de su competidor. Fenosa sólo gana la partida claramente en las consejerías de Economía y de Industria, que suman 454.000 euros.
Ahora la mesa de contratación tiene en sus manos aceptar las exigencias de la eléctrica, lo que podría suponer un precedente para otras licitaciones, o considerar que no son admisibles y desechar la oferta, pese a ser más barata.
No es la primera vez que salen a la luz los problemas y retrasos de la Administración valenciana a la hora de pagar a sus proveedores. Hasta ahora el sector más combativo había sido el farmacéutico, que ha obtenido el respaldo de los tribunales en varias ocasiones.
En la más reciente, el Tribunal Superior de Justicia de Valencia ha condenado a la Generalitat a pagar 67,96 millones a 50 laboratorios y suministradores de material sanitario por facturas pendientes, intereses y gastos de cobro desde 2001.
Lastre para el sectorLa falta de pago de las administraciones, especialmente las locales, en el recibo de la luz es un problema generalizado entre todas las eléctricas. De hecho, en algunas de ellas hablan claramente de que por regla general la Administración, especialmente los organismos locales, han sido “históricamente los peores pagadores”, informa M. A. Patiño. En la legislatura del PP hubo determinados cambios normativos que dieron más seguridad jurídica a las eléctricas a la hora de cobrar, pues fijaban plazos e incluso intereses a cobrar en caso de mora.
Muchas eléctricas han terminado llegando a acuerdos individuales con ayuntamientos para cobrar deudas históricas, de manera que la morosidad no repercuta en sus balances (por ejemplo, recibiendo avales bancarios). En el sector, nadie se atreve a dar una cifra de cuál puede ser el grueso de la deuda que las administraciones acumulan.
Fuente: www.expansion.com