jueves, 1 de octubre de 2009

Ruido de togas de nuevo

01.10.09 -
JOSÉ LUIS RUBIDO DE LA TORRE
MAGISTRADO JUEZ. JUZGADO DE LO PENAL NÚMERO 12 DE VALENCIA


Desde la famosa fecha del 18 de febrero de este año en que asistimos algo estupefactos, asombrados, compungidos y dolidos, enfadados, a la primera atrevida huelga de jueces del país, no se ha vuelto a saber nada más de los problemas de la justicia y de los togados salvo algunos casos puntuales, curiosos o escandalosos, que despiertan interés en la opinión pública; en estos tiempos democráticos no se termina el rosario de juicios, togas, salas de vistas, acusados, testigos, abogados, jueces estrella, jueces enfrentados, jueces amigos, etc., algo necesario en la actualidad para que la justicia sea transparente y basada en la publicidad y el derecho del acceso a la información con gran interés para la audiencia; las televisiones, radios, diarios, foros de internet ya dan cuenta al ciudadano de las noticias judiciales.
¿Pero esto de la huelga de jueces qué es? ¿No era ilegal? ¿No la hicieron unos cuantos irresponsables? ¿No se habían ya calmado los ánimos y solucionado todo con la gestión eficaz del nuevo ministro una vez defenestrado el ministro Bermejo? No, el proceso negociador entre jueces y poderes públicos no está parado sino que desde febrero se mantuvieron varias conversaciones entre las asociaciones judiciales, que al menos representan a la mitad de los togados, y el nuevo ministro Caamaño; esas conversaciones no fructificaron del modo adecuado sin conseguir ninguno de los objetivos pretendidos con la huelga generando promesas en el aire y excusas de falta de dinero público; de modo unilateral en este mes de septiembre el ministro pone en marcha un Plan de Modernización de la Justicia, plan no consensuado, que, visto su contendido etéreo y la falta del necesario esfuerzo presupuestario, provoca que la asociación mayoritaria de jueces (APM) decidiera convocar la huelga para el próximo 8 de octubre en base a considerar que los objetivos reivindicativos no están conseguidos y ya pasó el tiempo de espera necesario para que se diera respuesta adecuada por los poderes públicos, los cuales pese a estar intentando negociar no dan más que excusas y largas sin concretar acuerdo alguno.
El preaviso de la huelga ya está hecho por la Asociación Profesional de la Magistratura al Ministerio, CC AA y CGPJ con fundamento en el artículo 28 de la Constitución Española y los motivos esenciales es considerar insuficiente los logros conseguidos que no son más que 'fogonazos' escasos, que no se está actuando para evitar la saturación de los juzgados españoles y que los juicios siguen tardando mas de lo debido por falta de medios de todo tipo lo que provoca una frustración al ciudadano que sufre al verse perjudicado en sus derechos.
La huelga de jueces continúa el proceso reivindicativo de sus señorías y con enlace de la ya hecha el 18 de febrero de este año y de los intentos posteriores en mayo y junio de repetirla; esta huelga comenzó desde las bases, de los jueces individualmente que no podíamos aguantar más los gravísimos problemas de la Administración de Justicia y era necesario actuar; la sangre joven de la carrera judicial alimentó este proceso y encendió la mecha del descontento secular dormido reclamando lo necesario para que el ciudadano pueda actuar ante una justicia rápida y necesaria, independiente y justa solicitado que se ponga fin a las enormes carencias padecidas durante años.
Esas carencias de medios materiales y personales rozaban últimamente el ridículo, sobre todo con la descentralización autonómica; a las tradicionales ratas, pulgas, falta de espacio, locales insalubres, fríos e inhumanos para trabajar (algo hemos mejorado pero es mucho lo necesario), se une el desprecio de las Administraciones por la justicia (tal vez no aporte votos) sin hacer lo más mínimo para solucionar los últimos problemas, sobre todo el número de jueces necesarios ya que estamos a la cola de Europa en la 'ratio' de jueces por habitante, ya que en al UE la media europea es del 19,8 % mientras que en España estamos actualmente en 10,1%; la inversión en justicia igualmente es del 3,5% del presupuesto de la UE y nosotros tenemos sólo una inversión del 1%.
¿Qué piden estos jueces atrevidos? Nada más ni menos que poder trabajar en condiciones laborales que permitan administrar justicia, para lo cual se necesita más medios personales y nuevas tecnologías y reformas legales, queremos llegar al consenso en la solución de los problemas, que por cierto son asumidos y aceptados tanto por la sociedad como por el Gobierno, pero la solución está lejana y para ello es necesaria la medida del ruido de togas (rugido más bien) para hacer notar que nada avanza efectivamente y con pequeños retales unilaterales no se puede conseguir la solución justa de los problemas de la justicia.
Es cierto que los jueces no están unidos, hay asociaciones judiciales movidas por varios intereses, una convoca huelga (en febrero fueron dos asociaciones), otra está en contra y dos más no se pronuncian, pero el gran número de jueces está empeñado en seguir adelante en este proceso de reclamación de los derechos justos para la justicia y el ciudadano y lograr que todo funcione como es debido. Estamos en una batalla profesional que más bien parece una partida de ajedrez con movimientos de ataque, defensa, enroque, amagar y no dar, marcha atrás, discrepancias; pero en el fondo no olvidemos lo que se pretende conseguir con esta huelga: la mejora de la Administración de Justicia y del Poder Judicial como uno de los tres pilares del Estado democrático.
Fuente: www.lasprovincias.es

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